Durabilidad:
Construidos con materiales fuertes como el acero o el aluminio, los contenedores de envío están diseñados para soportar las duras condiciones climáticas y el manejo áspero durante el transporte.
Resistencia a las condiciones meteorológicas:
Los contenedores están sellados y revestidos para protegerse de la lluvia, el viento y los rayos UV, protegiendo el contenido de la humedad y la luz solar.
Seguridad:
Los contenedores se pueden cerrar con seguridad para protegerse contra el robo y el vandalismo, lo que los hace ideales para almacenar bienes de valor.
Portables:
Diseñados para un fácil transporte, los contenedores de envío pueden ser fácilmente movidos por camiones, trenes y barcos, lo que facilita el comercio mundial.
Diseño modular:
Los contenedores pueden apilarse y organizarse en varias configuraciones, lo que permite soluciones de almacenamiento flexibles y un uso eficiente del espacio.
La versatilidad:
Adecuados para diversas aplicaciones, los contenedores pueden utilizarse para el transporte de mercancías, soluciones de almacenamiento o incluso convertirse en espacios de vida o trabajo.
Tamaños normalizados:
Disponible en tamaños estándar (por ejemplo, 20 pies y 40 pies), lo que los hace compatibles con los sistemas de envío y logística en todo el mundo.
Eficacia en relación con los costes:
Los contenedores de transporte ofrecen una solución económica para el transporte y el almacenamiento, reduciendo los costes asociados con el almacenamiento tradicional.